sábado, diciembre 10, 2005

LA GUERRA CONTRA LA DROGA.




La guerra contra las drogas es un fracaso, distrae energía inteligente que debería utilizarse en otros campos, se ha dejado descuidado el problema de la adicción, dilapida recursos y estimula procedimientos judiciales y penales típicos de estados policiacos. A ella le debemos más de el 50% de los presos de nuestras cárceles, copa el 70% del tiempo del aparato judicial y ocupa en una causa perdida a la mayoría de nuestros policías en una enfermedad sin remedio a corto o a largo plazo.

Tal como es imposible prohibir el suicidio (y esta es una forma de suicidio a largo plazo) se debe evaluar la eficacia legal de esta prohibición. Es una interdicción impracticable que convierte la ley en un pedazo de papel. La guerra contra la droga es inoperante y no arroja resultados realmente positivos. Las personas se quejan no por el uso de drogas ilegales sino por el abuso de estas. ¿Cuantos usuarios mueren a causa de ella? ¿Cuántos mueren alrededor del problema del tráfico? Más gente muere por la guerra contra las drogas que por sobredosis.

Si el propósito de esta guerra era crear una de las tasas de delincuencia más altas en el mundo, lo logró. Si se trataba de suministrar pretexto permanente a los demagogos para declamar contra el crimen y prometer que van a hacer algo al respecto, esta guerra lo sigue logrando.

La Ilegalidad y la Prohibición

*Propician la corrupción de funcionarios que aplican la ley
*Convierte el hecho en un desastre para la sociedad, consumidora o no.
*Es un proceso costoso en términos económicos
*Aumenta el precio de los alcaloides.
*Hace el negocio altamente peligroso y por cuenta de los riesgos que esta actividad conlleva, termina en manos de organizaciones criminales de alta infiltración en lo político y lo económico.
*Crea mayor y mejor estructura criminal.
*Aumenta las ganancias del negocio.

El problema es un problema de demanda (consumo), pero es un problema de demanda que debe de operar a través de canales ilegales. La ilegalidad aumenta las utilidades que luego servirán para financiar las tácticas criminales. La ilegalidad monopoliza los esfuerzos de la ley descuidando otros delitos. Las drogas son una tragedia para los adictos, pero criminalizar su uso es convertirla en un desastre para la sociedad en general. (Apartes tomados de una conferencia de Milton Friedman, Nobel y M.I.T.).

14 comentarios:

  1. Anónimo4:14 a.m.

    Entre los adagios que vienen rodando desde la antigüedad clásica hasta hoy existe aquél que suele emplearse para caracterizar como innoble un cierto concepto mercenario de la patria: es el famoso ubi bene ibi patria. Sus secuaces formarían el escuadrón de los apátridas, de los aptos para toda transmigración a lo ancho de la geografía en alas de un vulgar epicureísmo, que cuando alcanza toda su plenitud y se desarrolla dentro de la patria verdadera viene a convertirse en trashumancia espiritual, de estirpe más propiamente cínica. En resumidas cuentas el adagio puede servir de mote a quienes buscan ante todo su provecho, el bene, para los cuales patria sería simple añadidura, eructo del propio bienestar.

    Radicalmente contrario a este sentido de lo patrio es aquel otro, noblemente idealista, que podría expresarse con la misma frase latina haciendo esta leve transposición en sus palabras: ubi patria, ibi bene. No sé si expresamente lo ha formulado alguien como mote, pero es evidente que el patriotismo habitual puede servirse de él; la convicción de que la propia patria es lo mejor del mundo, y que en ningún sitio se esta mejor que en ella, brota del limpio hontanar de una generosidad siempre dispuesta a magnificar lo patrio.

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  2. Qué buen Post.

    Es tenaz lo de esta lucha sin fin.

    Llegará el día en que algunos tengamos hijos y desgraciadamente les tengamos que decir: "Consume mejor de esta droga que no te hace tanto daño".

    Muy triste. En demasiao`.

    Un saludo.

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  3. Güenas...

    Otra vez yo poacá.

    Muchas gracias por su comentario en mi último Post.

    Pero, ¿por qué delicado?

    Es un homenaje para una persona que estuvo presente y ya. Pero que estuvo, en pasado.

    En cuanto a lo de los intereses, péguese la pasadita poacá constantemente que eso lo qui hay son bailes y lechonas bailables.

    Los otros homenajes si van a ser en verdad tristes.

    'Chas gracias y saludos!!!

    El Patrón

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  4. Delicado pues desafortunadamente comparto el no tener en el presente una persona que estuvo en el pasado y es un tema que prefiero manejar suavemente... por aquello de la fragilidad.

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  5. Anónimo5:43 p.m.

    Cúcuta se coronó campeón de la Primera B y regresa a la máxima categoría

    Con gol del delantero Mauricio Molina a los 41 minutos del segundo tiempo, el equipo 'motilón' después de 8 años es de la A.

    Mauricio Molina anotó un gol que vale oro para el cuadro cucuteño que regresa a Primera división luego de ocho años de sufrimiento.

    Solo faltaban cuatro minutos para concluir el encuentro cuando Molina acabó con la agonía en el General Santander con un cabezazo en el área chica. Rompió el silencio, desató la euforia, le dio a Cúcuta Deportivo el ansiado título.

    Cúcuta sufrió más de lo esperado. Puso a todos a morderse las uñas y a pensar en la 'lotería' de los penaltis, en esa que podría dejarlos otra vez con el grito de 'campeón' amarrado. El de Álvaro de Jesús Gómez fue un equipo que luchó de principio a fin en el partido pero que se atropelló por varios trazos del partido, al que le faltó cabeza fría para romper la muy bien parada defensa rival.

    La ausencia del argentino Cristian Chaparro desde el arranque, por un golpe que sufrió en el juego de ida, pesó mucho en el cuadro local que no tuvo claridad ni profundidad. Yesith Trujillo hizo la labor de creador pero estuvo muy errado.

    El cuadro local arrancó con gran brío, tenía la pelota y la iniciativa sin embargo, se dejó envolver por los nervios y por la presión del público. Se enredó. No pasaba del tercer cuarto de cancha, no podía pisar el área. Los repetidos pelotazos eran su arma preferida pero no hacían daño a un Bajo Cauca bien parado que esperaba, sin desordenarse. Que intentó atacar pero que no sorprendió.

    El juvenil arquero antioqueño Eduardo Blandón tuvo mucho trabajo descolgando balones y pese a que se mostró nervioso en el arranque, cuando soltó una pelota en el área que por poco mete Camilo Giraldo a los ocho minutos de juego, tuvo buen comportamiento.

    En la primera parte Cúcuta, con un falso dominio no generó ninguna opción clara de gol. Fueron acercamientos que terminaban con remates desviados o que llegaban con facilidad a las manos del arquero.

    El segundo periodo no cambió demasiado. Bajo Cauca siguió encerrado y Cúcuta seguía intentando con centros que eran despejados sin pena a la tribuna por Jonnier González o Ferney Serna, los centrales del visitante. En Cúcuta nadie probaba de media distancia.

    Sin embargo, así llegó el gol. En una pelota dividida en la mitad de la cancha, Yesith Trujillo lanzó un balón englobado a la zona izquierda donde apareció como un rayo Nelson Gómez. El centro fue pasado y en el segundo palo el propio Trujillo la envió al centro del área donde estaba listo Molina para acabar con ese sufrimiento.

    Después todo fue fiesta y tranquilidad viendo a un Bajo Cauca que no tenía con qué empatar y obligar a los tiros desde los doce pasos.

    El árbitro Jorge Hernán Hoyos, de una aceptable labor, dio dos minutos de adición. No se cumplieron totalmente cuando tomó la pelota y terminó el encuentro para que estallara un grito de locura en un estadio repleto que vio como por fin se alcanzó el anhelado regreso del Cúcuta Deportivo a la primera división.

    CÚCUTA 1 / BAJO CAUCA 0

    Estadio: General Santander. Asistencia: 25.000 personas aprox. Taquilla: no fue suministrada. Árbitro: Jorge Hernán Hoyos (7).

    Cúcuta Deportivo: Mosquera (6); Santamaría (6), Viveros (6), Moreno (7), Raguá (7); Zugarramurdi (6), Uribe (7), López (5), Trujillo (6); Molina (8), Rivas. Cambios: N. Gómez por Rivas (27 PT), Chaparro por Zugarramurdi (26 ST), C. Valencia por Trujillo (43 ST).

    Bajo Cauca: Blandón (6); Benalcázar (6), Serna (7), González (6), Villadiego (6); Sierra (5), Barrera (5), Tobón (6), Tréllez (5), Román, Castro (5). Cambios: W. Holguín (5) por Román (2 PT), J. García (5) por Holguín (12 ST), Arias por Tobón (33 ST).

    Gol: Mauricio Molina (41 PT). Expulsados: no hubo. Figura: Molina (8).

    Alfredo Yacelga Abreo
    Especial para EL TIEMPO
    Cúcuta

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  6. Es verdad: el problema de las drogas radica en la demanda. A quienes se debe erradicar de raíz no son los campos colombianos, sino a los mismos gringos.

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  7. Esto de la guerra contra la droga y su legalización es un tema muy espinoso. Tenés razón en muchas de las cosas que decís, pero es que el problema no acaba ahí, no es solamente económico, también es social. Es como una hidra con miles de cabezas y uno no sabe cuál de todas ellas atacar sin que las otras lo muerdan. Es un tema pa'rato.

    PD: Gracias por visitar mi blog.

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  8. Cucutoche...
    Muchas gracias por la noticia, yo también estoy contento.

    Federico...
    Un placer verlo por aca, bienvenido.

    Soledad...
    Escoge una cabeza y dale... a mi me gusta presionar por políticas públicas coherentes y acciones ciudadanas claras.

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  9. Primero Felicitaciones a la Furia Motilona, lo merecían...

    Segundo.
    Todavía no se ha definido un objetivo claro en la lucha contra las drogas, y así es muy jodido que surta efecto cualquier proyecto.
    También es un problema de oferta, pero no para que no se produzca, sino que se produzca bien. Me explico. Creo en el libre albedrío del indiviuo y el verá lo que hace, pero también deben existir políticas para promover el no abuso (demanda, efectivamente), eso significa que se acepta que se produzca, y las dinámicas alrededor de la producción muchas veces no están tan ligadas a la demanda por aquello de los intermediarios. En fin, me estoy alargando.
    La cosa es que no creo en la legalización porque lo que hace es profundizar un problema social dado el carácter internacional del negocio, si un Estado (no parte de una portencia) legaliza se jode porque el mercado internacional se lo come, y la sociedad no logra sopbre ponerse a las inminente restricciones. La legalización debe ser un proceso conjunto y lento, par que las sociedades y las economía puedan soportarlo.

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  10. Anónimo2:33 a.m.

    Topo, permiteme dos cosas en tu Blog.

    1. No entiendo el sentido de lo que dice tan de manera rococo el Sr. Speedo. LO unico que si creo es que no sabe nada de Epicureismo.

    2. Este tema tantas veces lo hemos tocado, he llegado a una conclusion. El problema es "moral". recuerda el primer principio del poder hegemonico internacional... imponer moral. Y pues teniendo este ideal presente, la realidad es que es un negocio muy bueno asi como esta, si hasta la DEA come de este negocio... Imaginate un mundo sin DEA ???

    Perdon por tildes y demas sutilezas del espaniol pero no estoy en un teclado hispano.

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  11. nihil...

    probablemente el ubi bene, ibi patria se deba al link de Silva Lauffer en mi pagina...

    Estoy de acuerdo contigo en lo que se refiere al problema de imposición politico moral (doble moral)... un mundo sin DEA nos dejaría sin peliculas como "Tráfico", "Carlitos Way", "Cara Cortada" y otras tantas...

    topamos

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  12. Hablas de las drogas pero a veces no se quien se hace mas daño si un drogadicto o un alhólico.
    No hay que olvidarlo que la mayoría de los crimenes son cometidos bajo los efectos del licor, Pero como es legal, adie dice nada. Como pagan impuestos y mantienen sistemas de salud, nadie dice nada. Cuantas neuronas pierde un drogadicto frente a un alhólico. Cuando tenemos guayabo están fritandose en nuestro cerebro las neuronas.

    Pero acá como el trago es hasta una cuestión social. He visto muchachos que consumen pepas, se enrumban y son felices. Y sus rumbas con pepas son tan pesadas que no se enrumban cada ocho días, sus rumbas son solo una al mes.

    Jóvenes universitarios poseedores de hígados que aguantan licor desde el miércoles, jueves, viernes, no cerremos los ojos que todos caemos tambien en la tentación solo que nadie te juzga tan severamente en este país por borracho (porque como hasta has visto a alguno de tus progenitores alguna vez borracho) a si fueras un pepero.(por ejemplo).

    Que sea legal y el otro no pague impuestos no quiere decir que sea bueno.

    Me extendí y perdón por la rápida reacción. Perdona si falta coherencia en algun punto. no voy a releer.

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  13. Anyelik...

    Alcohol y cannabinol (6,6,9-Trimethyl-3-Pentyl-6H-
    Benzo[c]Chromen-1-ol) pertencen a la misma familia de radicales. En este sentido el problema sería de concentración, uno diluido y otro concentrado.

    El alcohol como droga de baja concentración socialmente aceptada, genera posiciones sin sentido en la supuesta guerra contra otras drogas suaves.

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  14. Hay una guerra perdida y perversa que es la guerra contra las drogas, pero hay otra guerra más perdida y más perversa que es la guerra contra la guerra contra las drogas. En realidad sólo es la coartada para no hacer nada contra el narcotráfico por parte de aquellos sectores sociales que se benefician de ese negocio, como los lectores de la revista Semana, la gente rica en Colombia, que termina recibiendo sin grandes complicaciones lo que entra por droga, bien valorizando sus bienes, bien proveyendo clientes para sus negocios o para sus labores de intermediación (abogados, jueces, etc.):

    Sencillamente los colombianos no podemos hacer nada para impedir que los votantes estadounidenses y europeos apoyen la prohibición de las drogas. Eso es a tal punto cierto que en la misma Colombia Uribe iba a hacer aprobar el referendo poniendo una pregunta sobre la dosis personal. No hablemos del libre comercio de cocaína y heroína.

    Y puesto que el problema está en la constitución moral de la sociedad, la verdad es que daría lo mismo que se legalizaran las drogas: el pueblo cocalero se transformaría en pueblo niñero y las nuevas industrias tendrían igualmente su sede en el país: prostitución y pornografía infantil y tráfico de órganos. Y los mismos culparían a los gringos sin que hubiera de nuevo más que una coartada para perpetuar un statu quo social.

    Pero igualmente esto es tan sabido que uno ya lo escribe sólo para divertirse con las reacciones: ningún gobierno colombiano va a romper con EE UU para convertir el país en la sede legal del narcotráfico. Tal vez lo haría uno de Carlos Gaviria, pero sus posibilidades de ganar las elecciones son nulas.

    Las campañas contra la guerra contra la droga sólo son parte de la guerra contra la democracia y la civilización moderna, el fruto bizarro de las madrasas tropicales en las que se forman precisamente los ideólogos del narcoterrorismo y sus plantaciones esclavistas.

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