Bogotá, agosto 26 de 2009 - La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las   Naciones Unidas para los Derechos    Humanos y el conjunto de organizaciones del Sistema de las   Naciones Unidas en Colombia condenan enérgicamente el asesinato de al menos   siete personas, entre ellas seis indígenas Awá, el día de hoy, al amanecer, en   el resguardo indígena Gran Rosario, municipio de Tumaco (Nariño).
  De acuerdo con los primeros datos recibidos, un grupo de personas   encapuchadas dispararon contra una vivienda ubicada en el resguardo. Entre   los fallecidos se encuentran tres niños de 7, 12 y 13 años y una niña de 9   años, así como sus padres. Otros dos menores de edad habrían resultado   heridos.
  Esta es la segunda masacre contra el pueblo Awá en los últimos 6 meses,   después de la ocurrida el pasado 4 de febrero.
  Las Naciones Unidas condenan en los términos más contundentes los homicidios   y ataques que están sufriendo los pueblos indígenas, en particular el pueblo   Awá. Christian    Salazar, Representante del Alto Comisionado en Colombia y   Coordinador Residente y Humanitario en funciones, expresó: “En nombre   de las Naciones Unidas en Colombia quiero manifestar mi extrema preocupación   por esta segunda masacre contra el pueblo Awá este año. Veo con especial   gravedad y profundo dolor que niños, niñas y mujeres están entre las   víctimas. En reiteradas ocasiones las Naciones Unidas y el Alto Comisionado   para los Derechos    Humanos en Colombia han llamado al gobierno colombiano a   proteger la integridad y seguridad física de los pueblos indígenas y de sus   líderes”.
  Los pueblos indígenas padecen las consecuencias dramáticas del conflicto   armado interno de manera desproporcionada, lo que ha ocasionado situaciones humanitarias   de extrema precariedad en salud, nutrición, educación y pérdida de identidad   cultural, agravadas por el impacto del desplazamiento forzado. De acuerdo con   cifras oficiales, entre enero y julio del 2009, han sido asesinados 62   miembros de pueblos indígenas, cifra que supone un incremento del 72% sobre   el mismo período del año anterior.
  La gravedad de estos hechos exige una respuesta estatal inmediata, inequívoca   y efectiva que asegure una protección integral y efectiva de los pueblos   indígenas, respetando su identidad cultural. Las autoridades están en la   obligación de investigar, juzgar y sancionar a los responsables de esta   masacre para que no quede en la impunidad.
  El Sistema de las Naciones Unidas en Colombia expresa su más sincera solidaridad   con las familias de las víctimas, con el pueblo Awá y sus autoridades.
 
