No dejarán las armas aunque firmen un acuerdo de paz.
Para las FARC, entregarlas es un acto humillante que no harán. Una posición desafiante que no supuso mayor reacción en la contraparte. El domingo viajará la delegación gubernamental a La Habana para reanudar las conversaciones el lunes como si nada hubiera oído, y solo el Presidente Juan Manuel Santos, que acostumbra a romper su regla de no responderles cada vez que abren la boca, preguntó ¿entonces para que estamos conversando?", sin esperar en realidad respuesta.
Pablo Catatumbo, delegado de la banda terrorista en Cuba, afirmó en una entrevista a Prensa Latina que "esas armas nos han costado sangre, hay mucho muerto, sangre y viudas detrás de esas armas", como para darlas al final del proceso de paz. "Si lo que quieren es la satisfacción de humillarnos, no nos pidan eso, pero sí podemos buscar la manera que esas armas dejen de ser empleadas para la guerra", afirmó quien tiene un prontuario aterrador y es miembro destacado del Secretariado de las FARC.
http://www.elmundo.es/america/2013/06/28/colombia/1372445489.html