La Ciencia Política no es una ciencia aislada. Está interconectada con todo un conjunto de saberes y así como afecta a estos saberes es afectada por ellos.
Una de las posibles finalidades de proponer un método de estudio es ofrecer soluciones y nuevas alternativas frente a lo que se está analizando. Por tanto, más que tratar de construir una metodología de estudio, el enfoque analítico propuesto desde la genealogía tiene la tarea indispensable de percibir la singularidad de los sucesos en la red en la que se encuentran imbricados. Es tratar de reencontrar las diferentes escenas y características individuales en las que se han jugado los diferentes papeles.
Una de las propuestas más contundentes a este respecto es la de definir "Pequeñas verdades sin apariencia, establecidas mediante un método riguroso"[2] hecha por Nietzsche.
Para el método como tal, primero es necesaria una identificación del objeto. Identificación que está determinada por la subjetividad del investigador. Desglosar los elementos que componen el tópico es el paso a seguir. Identificando que estos tópicos no han surgido de la nada o de forma espontánea pues tienen un origen. De todo el universo de variables posibles se escoge una o un grupo de ellas para tomar estas como punto relevante. Pues debido a la infinidad de variables sería infructífero intentar abarcarlas todas. Se desechan las que se consideran irrelevantes. Uno de los principales problemas coyunturales es la escogencia del tópico a estudiar. Pues las individualidades entrecruzadas en los individuos forman una raíz difícil de ver y desenredar y el resultado del estudio termina siendo determinado también por las diferentes variables que afectan al investigador como individuo.
La genealogía no es una especie de evolución. La genealogía "es percibir los accidentes, las desviaciones ínfimas, los errores, los fallos de apreciación los malos cálculos que han producido aquello que existe y es válido para nosotros"[3]. Es por tanto susceptible de ser analizada metodológicamente. Tampoco es un despliegue meta histórico de la significación. Las pretensiones de la historia tradicional bajo este enfoque analítico se convierten en paradigmas. La certidumbre y el universalismo se convierten en una cuestión de grados y en un problema de relatividad y dependencia de la relatividad. La búsqueda de finalidad de la historia se convierte en una falacia.
En este sentido según Cerroni la labor del filólogo se compara con la del restaurador que recompone el pasado con sus más representativos matices para que no se desdibujen en muecas irreconocibles los ecos del pasado.
Según Foucault, "el demagogo está conducido a la negación del cuerpo con el fin de establecer la soberanía de la idea intemporal; el historiador está conducido a borrar su propia individualidad para que los otros entren en escena y puedan tomar la palabra"[4]. El problema radica en que la evolución de la Ciencia Política se traduce en la evolución de la interpretación de los analistas que han intentado abordarla. Esta fue una de las principales tesis defendidas por la labor de la historiografía contemporánea, de moda en los 60's[5].
Según David Easton existen tres tiempos de la Biografía de la Ciencia Política: El primero corresponde a la Ciencia política inserta en la filosofía. El segundo a la ciencia política como ciudadela a la defensiva de otras disciplinas. El tercero la búsqueda de una nueva relación de la Ciencia política con el mundo circundante. A cada uno de estos tiempos corresponde una explicación en donde el primer tiempo fue común a toda ciencia, el segundo se instauró "A fin de establecerse como ciencia autónoma" y el tercero corresponde a una etapa crítica en donde existe una crisis de crecimiento y adecuación al entorno.
Intentemos una metodología de estudio e investigación que permita comprender las ideas políticas y su historia, ver la historia como una actividad parcial y oblicua de individuos que van conformando la historia a partir de la interpretación ya no como una actividad con un fin, sino como una elaboración coyuntural de cuerpos y espacios.
[2] Ver Nietzsche Friedrich. Humano demasiado Humano, S3.
[3] Ver Foucault, Microfísica del Poder, Nietzsche, la genealogía, la historia.
[4] Ver Foucault, Microfísica del Poder, Nietzsche, la genealogía, la historia.
[5] Ver Bloch Marc, Introducción a la historia.
Una de las posibles finalidades de proponer un método de estudio es ofrecer soluciones y nuevas alternativas frente a lo que se está analizando. Por tanto, más que tratar de construir una metodología de estudio, el enfoque analítico propuesto desde la genealogía tiene la tarea indispensable de percibir la singularidad de los sucesos en la red en la que se encuentran imbricados. Es tratar de reencontrar las diferentes escenas y características individuales en las que se han jugado los diferentes papeles.
Una de las propuestas más contundentes a este respecto es la de definir "Pequeñas verdades sin apariencia, establecidas mediante un método riguroso"[2] hecha por Nietzsche.
Para el método como tal, primero es necesaria una identificación del objeto. Identificación que está determinada por la subjetividad del investigador. Desglosar los elementos que componen el tópico es el paso a seguir. Identificando que estos tópicos no han surgido de la nada o de forma espontánea pues tienen un origen. De todo el universo de variables posibles se escoge una o un grupo de ellas para tomar estas como punto relevante. Pues debido a la infinidad de variables sería infructífero intentar abarcarlas todas. Se desechan las que se consideran irrelevantes. Uno de los principales problemas coyunturales es la escogencia del tópico a estudiar. Pues las individualidades entrecruzadas en los individuos forman una raíz difícil de ver y desenredar y el resultado del estudio termina siendo determinado también por las diferentes variables que afectan al investigador como individuo.
La genealogía no es una especie de evolución. La genealogía "es percibir los accidentes, las desviaciones ínfimas, los errores, los fallos de apreciación los malos cálculos que han producido aquello que existe y es válido para nosotros"[3]. Es por tanto susceptible de ser analizada metodológicamente. Tampoco es un despliegue meta histórico de la significación. Las pretensiones de la historia tradicional bajo este enfoque analítico se convierten en paradigmas. La certidumbre y el universalismo se convierten en una cuestión de grados y en un problema de relatividad y dependencia de la relatividad. La búsqueda de finalidad de la historia se convierte en una falacia.
En este sentido según Cerroni la labor del filólogo se compara con la del restaurador que recompone el pasado con sus más representativos matices para que no se desdibujen en muecas irreconocibles los ecos del pasado.
Según Foucault, "el demagogo está conducido a la negación del cuerpo con el fin de establecer la soberanía de la idea intemporal; el historiador está conducido a borrar su propia individualidad para que los otros entren en escena y puedan tomar la palabra"[4]. El problema radica en que la evolución de la Ciencia Política se traduce en la evolución de la interpretación de los analistas que han intentado abordarla. Esta fue una de las principales tesis defendidas por la labor de la historiografía contemporánea, de moda en los 60's[5].
Según David Easton existen tres tiempos de la Biografía de la Ciencia Política: El primero corresponde a la Ciencia política inserta en la filosofía. El segundo a la ciencia política como ciudadela a la defensiva de otras disciplinas. El tercero la búsqueda de una nueva relación de la Ciencia política con el mundo circundante. A cada uno de estos tiempos corresponde una explicación en donde el primer tiempo fue común a toda ciencia, el segundo se instauró "A fin de establecerse como ciencia autónoma" y el tercero corresponde a una etapa crítica en donde existe una crisis de crecimiento y adecuación al entorno.
Intentemos una metodología de estudio e investigación que permita comprender las ideas políticas y su historia, ver la historia como una actividad parcial y oblicua de individuos que van conformando la historia a partir de la interpretación ya no como una actividad con un fin, sino como una elaboración coyuntural de cuerpos y espacios.
[2] Ver Nietzsche Friedrich. Humano demasiado Humano, S3.
[3] Ver Foucault, Microfísica del Poder, Nietzsche, la genealogía, la historia.
[4] Ver Foucault, Microfísica del Poder, Nietzsche, la genealogía, la historia.
[5] Ver Bloch Marc, Introducción a la historia.
hola lei tus cosas y me parece interesante,el origen
ResponderBorrarde la moneda y las divisas? estoy pensando mucho y me
dieron ganas de escribir sobre esto.si quieres leer
para inspirarte te recomiendo la republica de
platon,porque en realidad platon fue el primer
politologo que existio,habla sobre como debe estar
formado un estadoteniendo en cuenta 2 pensamientos
paradigmaticos de su tiempo 1)se basa en la medicina
griega "iatrike"=logistica y organizacion 2)la
composicion del cuerpo humano cabeza(razon y
gobernantes),torso(valentia y militarismo) y
vientre(deseo-produccion y el pueblo trabajador),de
aqui se pueden construir 2 estados el totalitario
platonico y el estado legal cada uno con su propio
modelo politico y socio-economico de desarrollo.desde
aqui salen todos los sistemas ye ideologias posibles
con su sistema monetario peculiar.bueno ojala te sirva
esto de inspiracion para escribir algo,acuerdate toda
esta mierda occcidental tiene sus origenes en el
pensamiento griego.
George un gran abrazo...
ResponderBorrarMe alegra saber que estas bien.. de hecho vi tu foto en internet en uno de los reportajes a estudiantes extranjeros en la Universidad San martin, pero en aras de respetar la privacidad de mis amigos no habia comentado nada. Estoy muy contento de que pronto puedas darle a la isla de Aruba el mejor medico que jamas halla conocido ese pedazo tierra.
A Platón lo estoy releyendo y redigiriendo pues tienes razón, es uno de los mayores pensadores de esta pequeña humanidad y a pesar de haber escrito su obra en el siglo IV antes de cristo sigue teniendo una asombrosa vigencia en los más diversos terrenos. En el de la política, los doce libros de la República ofrecen un resumen de su doctrina mediante la descripción detallada de una ciudad ideal, cuyos principios básicos incluyen la supresión del egoísmo individual y el establecimiento de la comunidad de todos los bienes ( es decir el primer comunista desde la filosofía propiamente dicho).
He estado concentrado en leer a Rousseau con sus bases de sociedad justa y el respeto de la libertad individual. También a Sartre con su obra sistematizada de metafísica, ha Einstein con su teoría de espacio - tiempo, ha Russell con su filosofía analítica, a Voltaire con el deismo y el emprirismo, ha Darwin dandole el vuelco a la teología con su origen de las especies, a Ortega y Gasset con su rebelión de las masas, a Nietzsche con sus irreverentes aforismos, a el maravilloso Maquiavelo con su influencia en la filosofía política, a Moro con su entretenida obra novela de Utopía, aprovechando que estoy terminando Ciencia Política en la UNAL he dado vueltas sobre ciertos aspectos de Marx despojandolo de sus tintes revolucionarios y concentrandome en su obra, a Descartes con su discurso del método, a Erasmo con su elogio de la Moria (locura).
Leyendo a Newton y sus principios matemáticos de filosofía natural me acorde mucho de las charlas con vos sobre racionalidad y relatividad, a Piaget sobre la lógica y la psicología, a Kant con su idealismo alemán, a Marcuse con sus pensamientos neorevolucionarios, a Heidegger con su método fenomenológico, a Popper con su alegato contra Platón y hegel en su sociedad abierta, a Wittgenstein con sus laconicas frases e impecable tratado logico filosófico, a Hobbes con su ideal de gobierno y Estado, a hegel con sus lecciones sobre filosofía universal, a Stuart Mill con sus apologías al utilitarismo y la felicidad, a Focault lo descalzo y lo entro en mi casa con sus dialogos alrededor del poder, a Habermas con su teoría de la acción comunicativa, a Hume con su tratado sobre la naturaleza humana, a Jung con su arquetipo de inconsciente colectivo, a Jaspers con su psicología de la concepción del mundo, a camus con su profunda reflexión sobre la naturaleza humana, a Durkheim con sus decimonónicas reglas del método sociológico, a Comte con su posición sobre lo que debe ser considerado sociología, a Weber con su necesidad de buscar claves para explicar lo sociedad alrededor de los fenómenos culturales y religiosos, a Toynbee explicación del surgimiento y decadencia de las civilizaciones, a Schopenhauer explicando lo más complejo de la manera más sencilla, a Leibniz con su optimismo filosófico y en su faceta de matemático su lógica matemática e infinitesimal.
Paro aquí pues prefiero hablar personalmente del camino recorrido en el terreno de la filosofía con vos en otra oportunidad (entre el tintero quedan Malthus, Laplace, Spinoza, Cioran, Locke, Husserl, Horkheimer y otros autores con los que he decidido dialogar mediante sus escritos) .
Topamos.